
Israel endurece postura contra flotilla rumbo a Gaza
Jerusalén. El gobierno de Israel enfrenta un nuevo episodio de tensión internacional tras la propuesta del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien planteó al gabinete una política más agresiva contra la flotilla humanitaria que navega rumbo a la Franja de Gaza.
De acuerdo con el funcionario, la estrategia elimina cualquier margen de flexibilidad: los activistas que viajen en estas embarcaciones serían considerados “terroristas” y enviados a prisiones de máxima seguridad. Ben Gvir advirtió que “quienes respalden a Hamás no recibirán comodidades ni salidas rápidas”.
El plan incluye la confiscación de los barcos participantes para incorporarlos a la flota de las fuerzas de seguridad israelíes. Según el ministro, este castigo ejemplar tendría como finalidad “disuadir futuras misiones” que desafíen el bloqueo marítimo impuesto sobre Gaza desde hace más de una década.
Denuncias desde la flotilla
La respuesta no tardó en llegar desde la Global Sumud, la coalición de activistas que zarpó de Barcelona con una veintena de embarcaciones cargadas de ayuda humanitaria. Sus coordinadores acusaron a Tel Aviv de intentar criminalizar una misión con fines estrictamente civiles.
El palestino Saif Abukeshek, uno de los portavoces, sostuvo que Israel recurre al lenguaje de la seguridad nacional para “encubrir violaciones sistemáticas de derechos humanos”. En su opinión, etiquetar a quienes participan en la flotilla como terroristas busca intimidar a la comunidad internacional y desalentar la solidaridad con Gaza.

Un antecedente reciente
El episodio recuerda lo ocurrido en junio pasado, cuando otro velero con activistas internacionales, entre ellos la ambientalista sueca Greta Thunberg, fue interceptado por la marina israelí. Tras ser retenida, la tripulación fue deportada, lo que generó un intenso debate en foros de derechos humanos y críticas de diversas organizaciones internacionales.
Repercusiones políticas
La nueva postura de Israel podría escalar la tensión con actores internacionales que han cuestionado el bloqueo a Gaza y defendido el derecho a la ayuda humanitaria. Diversos analistas señalan que la medida de Ben Gvir fortalece el ala más dura del gobierno israelí, al tiempo que reduce los márgenes de negociación con organizaciones de derechos humanos y con gobiernos europeos que respaldaron la salida de la flotilla desde España.

La Global Sumud representa el esfuerzo más amplio de la sociedad civil en los últimos años por desafiar las restricciones marítimas. Si Israel lleva a cabo el plan de confiscar embarcaciones y encarcelar a activistas bajo la etiqueta de “terroristas”, la crisis podría tener consecuencias diplomáticas de gran alcance.
Por ahora, las embarcaciones continúan su ruta hacia el Mediterráneo oriental, en medio de la incertidumbre por el desenlace y con la atención de la comunidad internacional puesta en la respuesta del gobierno israelí.



