
Lula destituye a ministro de Derechos Humanos tras escándalo de acoso sexual
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó al ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, luego de que varias mujeres lo denunciaran por acoso sexual ante la organización Me Too Brasil. Entre las denunciantes se encuentra Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial y figura clave en el gobierno de Lula. Almeida, quien es uno de los pensadores más influyentes en temas de racismo estructural, fue acusado de conducta inapropiada, lo que provocó una rápida reacción del presidente brasileño.
Lula, al enterarse del caso, calificó la situación como insostenible para el gobierno, afirmando que no era posible mantener a Almeida en su puesto debido a la gravedad de las acusaciones. Después de reunirse con el ahora exministro en Brasilia, y ante su negativa a renunciar, el presidente optó por destituirlo oficialmente. La decisión fue anunciada en un comunicado oficial de la Presidencia, donde también se informó que se nombraría un reemplazo interino para la cartera de Derechos Humanos.
Anielle Franco rompió el silencio tras la salida de Almeida, agradeciendo la contundente acción de Lula y resaltando la importancia de no minimizar los episodios de violencia sexual. A través de sus redes sociales, Franco subrayó que cualquier intento de culpar o desacreditar a las víctimas sólo perpetúa el ciclo de violencia, y se comprometió a colaborar con las investigaciones para esclarecer los hechos.
Por su parte, Almeida difundió un video en el que defendió su inocencia, afirmando que las acusaciones en su contra carecen de pruebas y forman parte de un intento por desacreditar su trayectoria y las luchas sociales que representa. Sin embargo, la presión pública aumentó cuando Isabel Rodrigues, una profesora que conocía a Almeida, relató públicamente cómo fue acosada sexualmente por él en 2019, lo que añadió más peso a las acusaciones.
Este escándalo ha generado un fuerte impacto en la esfera política brasileña, especialmente entre los movimientos progresistas que veían en Almeida una figura clave para avanzar en la lucha contra el racismo y la desigualdad. Lula ha prometido que la Policía Federal investigará a fondo el caso, mientras el país sigue debatiendo las implicaciones de las denuncias y las posibles repercusiones en su gobierno.



