
Máxima seguridad en el Congreso de EE.UU. para certificación de Trump, a 4 años del asalto al Capitolio
El Congreso de Estados Unidos se prepara para certificar este lunes la victoria electoral de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, en un ambiente marcado por estrictas medidas de seguridad declaradas como “Evento especial de seguridad nacional” por el Departamento de Seguridad Nacional. Este protocolo extraordinario tiene como contexto el recuerdo del asalto al Capitolio hace exactamente cuatro años, un evento que conmocionó al país.
El 6 de enero de 2021, cientos de simpatizantes de Trump irrumpieron violentamente en el Capitolio con la intención de bloquear la certificación de la victoria de Joe Biden. Aquel día resultaron en cuatro muertos, 140 policías heridos y más de mil 400 personas imputadas, de las cuales más de 900 han recibido condenas. En esta ocasión, el recuento se realizará bajo la supervisión de la vicepresidenta Kamala Harris, quien certificará el triunfo de Trump y su compañero de fórmula, J.D. Vance, con 312 votos electorales.
El Servicio Secreto ha implementado un operativo de seguridad sin precedentes, que incluye agentes especializados y protocolos reforzados para garantizar un desarrollo tranquilo. Eric Ranaghan, de la División de Protección de Dignatarios, señaló que el objetivo principal es evitar cualquier altercado que pudiera empañar el proceso democrático, especialmente después de un periodo poselectoral que ha transcurrido en relativa calma.
La contundente victoria de Trump, quien superó a Harris por 230 mil votos en estados clave y por 1.5 puntos en el voto popular, ha dejado pocas dudas sobre el resultado. Esto contrasta con 2021, cuando los resultados fueron impugnados por algunos legisladores republicanos, lo que culminó en una sesión caótica e histórica.
Analistas políticos, sin embargo, han advertido que la amenaza de polarización y rechazo a los resultados electorales no ha desaparecido. David Weinberg, de la organización Protect Democracy, expresó que el riesgo aumenta cuando una de las partes políticas rechaza aceptar resultados adversos.
Por su parte, Edward Foley, académico especializado en procesos electorales, señaló que el desafío es garantizar que los cuestionamientos infundados sobre los resultados queden atrás, aunque reconoció que la influencia de Trump sigue siendo significativa. Este evento no solo certificará una victoria, sino que también será un barómetro del estado de la democracia estadounidense en tiempos divididos.



