Manifestantes exigen amnistía para procesados del 8 de enero y acusan persecución judicial.
Río de Janeiro. Miles de personas se manifestaron este domingo en al menos 20 ciudades de Brasil para expresar su apoyo al expresidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta un proceso judicial por presunta conspiración para revertir los resultados de las elecciones de 2022. Las movilizaciones también incluyeron críticas al Supremo Tribunal Federal (STF), al juez Alexandre de Moraes y al actual gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Las concentraciones, convocadas por sectores afines al bolsonarismo, tuvieron como principal punto de encuentro la avenida Atlántica en el barrio de Copacabana, donde los asistentes portaron banderas nacionales, pancartas con mensajes religiosos y consignas políticas en favor del exmandatario. Protestas similares se llevaron a cabo en São Paulo, Brasília, Belo Horizonte, Porto Alegre y otras capitales.
Aunque Bolsonaro no pudo acudir por restricciones judiciales que le impiden salir de su domicilio los fines de semana, participó vía telefónica durante el acto en Río de Janeiro, a través de su hijo, el senador Flávio Bolsonaro. El exmandatario reiteró su inocencia y agradeció el respaldo de sus seguidores.
Los asistentes exigieron “amnistía” para los detenidos por los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en las sedes de los tres poderes en la capital del país, pocos días después de la toma de protesta del presidente Lula. Para muchos de los convocados, el tratamiento judicial de esos hechos ha sido excesivo y dirigido políticamente.
El Supremo Tribunal Federal decidió en marzo llevar a juicio a Bolsonaro, acusado de planear acciones para desconocer el resultado de las elecciones presidenciales. En paralelo, el magistrado Alexandre de Moraes impuso medidas cautelares, entre ellas la prohibición de uso de redes sociales, contacto con diplomáticos y la obligación de portar una tobillera electrónica.
El contexto de las protestas también ha estado marcado por recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien criticó el proceso judicial contra Bolsonaro. La administración republicana impuso aranceles a productos brasileños y sanciones simbólicas contra el juez Moraes, alegando preocupación por presuntas violaciones a derechos políticos.
Las movilizaciones se desarrollaron de forma pacífica y bajo vigilancia de las autoridades locales y federales. Los organizadores afirmaron que el objetivo fue “defender la libertad, la democracia y el derecho a la participación política sin restricciones”, en un ambiente de creciente polarización.