Ni su familia lo quiere: piden renuncia de Robert F. Kennedy Jr. en Salud de EU
La hermana y un sobrino del secretario de Salud exigieron su dimisión tras una audiencia en el Senado marcada por críticas a su gestión y sus posturas antivacunas.
Washington. La histórica dinastía demócrata volvió a marcar distancia de uno de sus miembros más controvertidos: Robert F. Kennedy Jr. Su hermana Kerry Kennedy y su sobrino Joseph P. Kennedy III hicieron público un llamado para que renuncie al cargo de secretario de Salud en el gabinete de Donald Trump.
El pronunciamiento se produjo tras una tensa comparecencia en el Senado, en la que Kennedy Jr. fue cuestionado durante más de tres horas por legisladores de ambos partidos, debido a la crisis en las agencias federales de salud y su decisión de apartar las recomendaciones oficiales sobre vacunación contra la Covid-19.
Joseph P. Kennedy III calificó en la red social X a su tío como “una amenaza para la salud y el bienestar de todos los estadounidenses”, al tiempo que denunció los efectos de sus políticas: despidos masivos y directrices que han debilitado la confianza pública. Kerry Kennedy, por su parte, recalcó que las decisiones médicas deben recaer en especialistas certificados, no en líderes políticos sin formación clínica.
El enfrentamiento familiar no es nuevo. Otros parientes ya habían rechazado su candidatura presidencial y más tarde su nominación como secretario de Salud, alegando que sus posturas contra las vacunas lo inhabilitaban para encabezar esa cartera.
En apenas siete meses de gestión, Kennedy Jr. ha trasladado al corazón del gobierno federal su activismo antivacunas, impulsando cambios radicales en los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y en los institutos de investigación biomédica. Su cruzada ha provocado reacciones de asociaciones médicas y de gobiernos estatales demócratas, que han lanzado lineamientos propios para mantener la promoción de la vacunación.
La presión política y familiar coloca al funcionario en un punto crítico: mientras intenta sostener su agenda desde el Departamento de Salud, enfrenta el rechazo abierto de quienes alguna vez compartieron su apellido y su legado político.
