Putin avanza en sus objetivos estratégicos, cede poco a Trump

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dado un paso más en su estrategia de mejorar las relaciones con Estados Unidos y generar fracturas entre Washington y sus aliados europeos, sin hacer concesiones significativas a las gestiones de paz promovidas por Donald Trump en Ucrania.

Antes de la llamada telefónica del martes entre ambos mandatarios, la Casa Blanca buscaba el compromiso de Rusia para un cese al fuego de 30 días en la guerra con Ucrania, una propuesta que Kyiv había aceptado en principio como un primer paso hacia un acuerdo de paz completo. Sin embargo, Putin solo accedió a una tregua más limitada, comprometiéndose a cesar ataques mutuos contra instalaciones energéticas por un mes.

Pese a la falta de avances sustanciales, la Casa Blanca destacó que se trataba de la primera reducción en las hostilidades en más de tres años de conflicto. También informó que se iniciarán conversaciones sobre una posible tregua en el Mar Negro y la viabilidad de un alto al fuego más amplio.

Si bien la pausa en los ataques a infraestructuras energéticas y marítimas representa una limitación para Ucrania, que ha golpeado duramente la industria petrolera rusa, Moscú mantiene su capacidad de continuar con sus ofensivas terrestres. En particular, las fuerzas rusas han intensificado su avance en la región occidental de Kursk, donde buscan expulsar a las tropas ucranianas que recuperaron territorio en una sorpresiva incursión en agosto pasado.

Putin reiteró sus condiciones para un cese al fuego total, exigiendo que no sea utilizado por Kyiv para rearmarse y movilizar tropas, un punto que Ucrania ha rechazado categóricamente.

Divergencias en la Percepción del Acuerdo

Mientras la administración Trump calificó la conversación como un éxito, algunos analistas sostienen que Putin ha impuesto condiciones inaceptables para un cese al fuego real. Nigel Gould-Davies, especialista en Rusia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, señaló que el presidente ruso «ha dicho que está interesado en la tregua, pero ha establecido una serie de condiciones claramente inaceptables. Es un ‘no’ disfrazado».

Por otro lado, Andrei Kozyrev, exministro de Relaciones Exteriores de Rusia y crítico del Kremlin, afirmó que Trump no logró ningún avance real. «Es completamente conveniente para Putin prolongar la guerra y mantener a Estados Unidos entretenido con falsas promesas», declaró.

Desde el Kremlin, se informó que los mandatarios continuarán los esfuerzos por poner fin al conflicto «en un formato bilateral», lo que genera preocupación en Ucrania y Europa. La posibilidad de que Trump negocie un acuerdo con Putin sin consultar a sus aliados es vista como un riesgo para la seguridad regional.

Además del conflicto en Ucrania, los líderes discutieron posibles áreas de cooperación en Medio Oriente y la seguridad nuclear, en un intento de Putin por restablecer a Rusia como un actor clave en la diplomacia global. Tatiana Stanovaya, analista política, señaló que este movimiento es «un éxito para Putin, quien busca desvincular las relaciones bilaterales con Estados Unidos del conflicto ucraniano».

En un contexto donde Rusia ha ofrecido incentivos económicos a empresas estadounidenses, expertos advierten que Putin pretende negociar directamente con Washington para debilitar la cohesión de la OTAN. «Esto obliga a Europa a movilizar rápidamente recursos para su defensa y buscar maneras de limitar el distanciamiento con EE.UU.», concluyó Gould-Davies.

Mientras tanto, en el terreno, la guerra continúa sin señales de una resolución definitiva, con ambas partes acusándose mutuamente de violaciones a la tregua energética a pocas horas de su anuncio.