E.U revoca visa a hija de 10 años de ministro brasileño

Alexandre Padilha acusó a Washington de abuso diplomático tras la cancelación del visado de su hija y su esposa.

Brasilia,Brasil .- La decisión del gobierno de EU de cancelar las visas de la esposa y la hija de 10 años de Alexandre Padilha, ministro de Salud de Brasil, abrió un nuevo capítulo de tensiones bilaterales y levantó un debate sobre los límites del poder diplomático.

Padilha calificó la medida como “cobarde” y “absurda”, señalando que una niña no puede ser considerada una amenaza para la seguridad estadounidense. “Se trata de un acto de intimidación política que busca presionar a mi familia y, por extensión, a Brasil”, declaró.

Contexto político

La cancelación de visados se enmarca en una serie de sanciones impulsadas por la administración de Donald Trump contra funcionarios brasileños, magistrados y colaboradores cercanos al programa Mais Médicos. Este esquema, creado en 2013, permitió que miles de médicos cubanos trabajaran en comunidades rurales brasileñas, lo cual generó críticas en Washington, que lo consideró un mecanismo de explotación laboral.

Para Brasil, sin embargo, el programa representó un ejemplo de cooperación Sur-Sur, destinado a cubrir vacíos históricos en la atención de salud. Que ahora EU use este antecedente como argumento para sanciones diplomáticas refleja cómo los proyectos de cooperación pueden convertirse en armas políticas en contextos de confrontación internacional.

Implicaciones diplomáticas

El gesto de revocar el visado a una niña de 10 años ha sido interpretado como un exceso. Incluso legisladores de la oposición brasileña coincidieron en que la medida cruza una línea delicada, pues tradicionalmente las sanciones se dirigen a los funcionarios responsables de las políticas y no a sus familiares menores de edad.

Este episodio revive, además, la memoria personal de Padilha: su propio padre se exilió en EU huyendo de la dictadura militar brasileña en los años setenta. Que ahora su familia sea objeto de sanciones en ese mismo país, apunta el ministro, constituye una paradoja histórica y un agravio personal.

Reacciones y próximos pasos

La Cancillería brasileña analiza emitir una nota de protesta formal y ha solicitado explicaciones al Departamento de Estado. En paralelo, organizaciones de derechos humanos han señalado que usar a niños como blanco de sanciones viola principios básicos del derecho internacional y genera un precedente peligroso en la diplomacia contemporánea.

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