El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró «resuelto» el «brote fascista» generado por las protestas de opositores que alegan fraude electoral en su reelección. Hasta el momento, las detenciones relacionadas con estas manifestaciones suman dos mil personas.
«Resolvimos con la constitución y en paz el brote fascista. Tenemos dos mil presos capturados y de ahí van para Tocorón y para Tocuyito. Máximo castigo. Justicia. Esta vez no va a haber perdón», enfatizó Maduro durante una manifestación de apoyo en Caracas. Sus declaraciones subrayan la firmeza con la que su administración ha abordado las recientes protestas, destacando que no habrá indulgencia para aquellos que considera responsables del desorden.
Las detenciones masivas se produjeron en medio de un ambiente de alta tensión política, con numerosos informes de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Los opositores han denunciado que las elecciones fueron fraudulentas y exigen una revisión del proceso electoral, mientras que el gobierno de Maduro insiste en la legitimidad de su victoria.
El presidente venezolano ha sostenido que las medidas adoptadas están enmarcadas dentro de la constitución y buscan mantener la paz y el orden en el país. Sin embargo, la comunidad internacional observa con preocupación la situación en Venezuela, con llamados a respetar los derechos humanos y a buscar una solución pacífica y democrática al conflicto.
El anuncio de Maduro, junto con la decisión de enviar a los detenidos a prisiones notorias como Tocorón y Tocuyito, conocidas por sus duras condiciones, ha generado temor y críticas tanto a nivel nacional como internacional. La oposición y diversas organizaciones de derechos humanos han instado al gobierno a garantizar el debido proceso y a evitar represalias desproporcionadas contra los manifestantes.
