
Surfista es atacado por un tiburón blanco y pierde una pierna; intentan reimplantación sin éxito
El joven australiano Kai McKenzie confirmó este lunes que los médicos no pudieron reimplantarle la pierna que perdió en un ataque de tiburón mientras practicaba surf la semana pasada, a pesar de que su extremidad apareció poco después en una playa de la costa este del país.
El incidente ocurrió cuando McKenzie estaba disfrutando de una sesión de surf en las aguas cristalinas de la costa este de Australia. De repente, un tiburón blanco atacó, arrancándole la pierna derecha. Pese a los esfuerzos inmediatos por parte de otros surfistas y el rápido traslado a un hospital, los médicos no lograron salvar la extremidad.
«¿Falta algo? Ja, ja. (Es) tan bueno tener tantas personas increíbles detrás de mí, realmente lo aprecio», bromeó hoy McKenzie en su cuenta en Instagram, en la que publicó una fotografía de él, sin parte de su pierna derecha, rodeado de otros cuatro jóvenes. La actitud positiva y el sentido del humor de McKenzie han sido inspiradores para muchos, quienes han expresado su apoyo y admiración en redes sociales.
La pierna de McKenzie fue encontrada poco después del ataque en una playa cercana, lo que dio esperanzas a los médicos y a su familia de que podría ser reimplantada. Sin embargo, a pesar de los avances en medicina y los esfuerzos del equipo quirúrgico, las condiciones no fueron favorables para la reimplantación exitosa.
El ataque de tiburón ha puesto nuevamente en el centro de atención los riesgos asociados con deportes acuáticos en áreas donde estos depredadores son comunes. Las autoridades locales han reforzado las medidas de seguridad y han emitido advertencias para los surfistas y bañistas en la región. Se están llevando a cabo investigaciones para entender mejor los patrones de comportamiento de los tiburones y prevenir futuros ataques.
A pesar de la tragedia, McKenzie ha mantenido una actitud resiliente y positiva. En su publicación de Instagram, agradeció el apoyo de sus amigos, familiares y seguidores. «Realmente lo aprecio», dijo, destacando la importancia del respaldo emocional durante su recuperación. Su valentía y humor en medio de la adversidad han sido un faro de esperanza y fortaleza para muchos que siguen su historia.
Este desafortunado evento subraya la necesidad de precaución y respeto por la vida marina mientras se disfrutan actividades recreativas en el océano. La comunidad surfera, aunque conmocionada, ha reafirmado su compromiso con la seguridad y la educación para minimizar los riesgos y apoyar a aquellos afectados por tales incidentes.