La base militar de Fort Stewart, en Georgia, vivió momentos de tensión este miércoles tras reportarse un tiroteo dentro de sus instalaciones. La alerta por un “tirador activo” se emitió alrededor de las 11:00 a.m., lo que obligó al cierre inmediato de la base y al confinamiento de todo el personal.
Fort Stewart, considerada la base militar más grande del Ejército de Estados Unidos al este del río Misisipi, activó sus protocolos de emergencia mientras se desplegaban fuerzas de seguridad para contener la situación.
Las autoridades confirmaron que al menos cinco soldados resultaron heridos, quienes fueron trasladados a hospitales cercanos. Hasta el momento no se reportan víctimas mortales.
El portavoz de la base, teniente coronel Ángel Tomko, informó que el atacante fue detenido tras un operativo coordinado con el FBI y la División de Investigación Criminal del Ejército. Su identidad y motivaciones aún no han sido reveladas.
Las escuelas militares cercanas también entraron en confinamiento preventivo, y el acceso a la base permanece restringido mientras se llevan a cabo las investigaciones.
Aunque Fort Stewart no suele registrar este tipo de incidentes, su magnitud y relevancia estratégica han puesto el caso en el centro de la atención nacional, mientras se aguarda más información sobre el agresor y las víctimas.