Tras la pista de la misteriosa mujer cuya empresa autorizó buscapersonas explosivos

Cristiana Barsony-Arcidiacono, de 49 años, es una figura enigmática con una amplia formación académica y profesional. Con un doctorado en física de partículas y la habilidad de hablar siete idiomas, su vida la ha llevado por distintos continentes, trabajando en proyectos humanitarios en África y Europa. Actualmente, es directora ejecutiva de BAC Consulting, una empresa con sede en Hungría.

Sin embargo, su nombre ha aparecido en los titulares recientemente debido a la polémica por los buscapersonas explosivos que mataron a 12 personas en el Líbano. Se descubrió que su compañía había licenciado el diseño de los buscapersonas del fabricante taiwanés Gold Apollo. Barsony-Arcidiacono ha negado cualquier responsabilidad en su fabricación, alegando que solo era una intermediaria. Desde que la noticia salió a la luz, ha desaparecido del ojo público, no respondiendo a llamadas ni correos electrónicos, y los vecinos de su apartamento en Budapest afirman no haberla visto.

Descripciones de personas cercanas la muestran como alguien con gran intelecto y habilidades, pero sin establecerse en una carrera concreta. Su carrera ha estado marcada por trabajos de corta duración, algunos con resultados controvertidos, como un proyecto financiado por los Países Bajos en Túnez, del cual fue despedida antes de terminar.

Su currículo incluye referencias a trabajos en importantes organizaciones como el Organismo Internacional de Energía Atómica y el Earth Child Institute, aunque algunas de estas afirmaciones no han sido verificadas por las instituciones mencionadas.

A pesar de su notable trayectoria académica y profesional, Barsony-Arcidiacono parece haber vivido una vida compleja, con su papel en los recientes acontecimientos aún en investigación.