
Trump evalúa ataques terrestres en Venezuela
El presidente de Estados Unidos dijo que su gobierno considera operaciones terrestres contra cárteles en Venezuela, tras una serie de ataques marítimos que dejaron al menos 27 muertos. La CIA habría recibido autorización para misiones encubierta
Washington DC, Estados Unidos (15-Oct-2025).– El presidente Donald Trump advirtió que su gobierno considera realizar operaciones terrestres en Venezuela como parte de su ofensiva contra los cárteles del narcotráfico, luego de una serie de ataques marítimos que han dejado al menos 27 personas muertas en el Caribe.
“Ya tenemos bajo control el mar, ahora estamos pensando en la tierra”, declaró el mandatario desde el Despacho Oval, al ser cuestionado sobre si extendería la ofensiva militar más allá de las costas venezolanas.
El anuncio llega después de bombardeos contra embarcaciones venezolanas sospechosas de transportar drogas hacia Estados Unidos. El más reciente ataque, ocurrido el martes, dejó seis presuntos “narcoterroristas” muertos, de acuerdo con el Departamento de Defensa.
Reportes de The Washington Post y Reuters confirman que las operaciones fueron ejecutadas con drones armados y buques de guerra estadounidenses, bajo la premisa de “neutralización preventiva”. Sin embargo, expertos en derecho internacional han advertido que el uso de fuerza letal en aguas internacionales sin proceso judicial podría contravenir las normas humanitarias de la ONU.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a Washington de cometer actos de agresión y ordenó la movilización de tropas en la región costera de Falcón, además de realizar ejercicios militares en el Caribe, según la agencia AP.
Trump evitó confirmar una investigación publicada por The New York Times que señala que su gobierno autorizó a la CIA a realizar misiones encubiertas dentro de Venezuela. Al ser cuestionado sobre si esas operaciones tenían como objetivo “remover” a Maduro, respondió con ironía: “¿No sería ridículo que yo la respondiera?”.
Fuentes citadas por Reuters afirmaron que la CIA recibió luz verde para desmantelar redes criminales vinculadas al régimen venezolano, aunque algunos altos funcionarios expresaron preocupación por los riesgos diplomáticos y legales de estas misiones.
El presidente colombiano Gustavo Petro denunció que varias de las víctimas de los bombardeos estadounidenses eran ciudadanos colombianos y pidió una investigación internacional. “Estas acciones unilaterales ponen en riesgo la estabilidad del Caribe y de toda Sudamérica”, declaró en conferencia de prensa en Bogotá.
En Miami, la comunidad venezolana exiliada reaccionó con cautela. “Queremos libertad, pero no una guerra. Una invasión sería devastadora”, dijo a CBS News la activista María Corina Soto, al pedir que se evite una escalada militar.
En Washington, legisladores demócratas exigieron al presidente presentar un informe detallado sobre los fundamentos legales de los ataques y los riesgos de una intervención terrestre. La senadora Elizabeth Warren advirtió que “ningún presidente puede declarar una guerra sin el consentimiento del Congreso”, mientras que sectores republicanos respaldaron la estrategia como “necesaria para contener al narcoestado venezolano”.
Analistas del Council on Foreign Relations y del Stimson Center sostienen que esta política marca un nuevo modelo de intervención hemisférica, en el que el narcotráfico se usa como justificación para acciones militares directas. Según el politólogo Michael Shifter, “el gobierno de Trump está aplicando el principio de combate preventivo a organizaciones criminales, tratándolas como grupos insurgentes. Esto amplía su margen de acción, pero también el riesgo de un conflicto regional”.
Desde su retorno al poder, Trump ha endurecido su política exterior. En las últimas semanas, su administración revocó más de 50 visas de funcionarios mexicanos y venezolanos acusados de vínculos con el narcotráfico y reforzó su presencia naval en el Caribe, lo que ha provocado advertencias del gobierno de Maduro y preocupación internacional.