El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que a partir del lunes se impondrán aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, como parte de una serie de medidas comerciales destinadas a proteger a las industrias estadounidenses y fortalecer la economía local.
«Todo el acero que llegue a Estados Unidos tendrá el 25% de aranceles», declaró Trump desde el avión presidencial, según reportes de periodistas que lo acompañaban en su vuelo a Nueva Orleans, donde asistiría al Super Bowl de fútbol americano. El mandatario también confirmó que los mismos aranceles se aplicarían a las importaciones de aluminio.
Además, Trump indicó que anunciará «martes o miércoles» los «aranceles recíprocos», una medida con la que busca alinear los impuestos de aduana de productos que entran a Estados Unidos con los que se aplican a productos estadounidenses en el extranjero. «Si nos gravan con el 130% y nosotros no, eso no seguirá así», afirmó. «Eso no afectará a todos los países, pues algunos imponen los mismos aranceles que nosotros. Pero a aquellos que se benefician de Estados Unidos se les devolverá el favor», agregó.
Estas declaraciones se suman a las recientes medidas comerciales implementadas por la administración Trump, como los aranceles del 10% a productos procedentes de China. El presidente también mencionó que el martes anunciaría nuevas barreras arancelarias con el objetivo de reducir el déficit comercial con el gigante asiático.
El anuncio, realizado durante su visita a Nueva Orleans para asistir al Super Bowl, generó un revuelo en los círculos políticos y económicos. Estas decisiones forman parte de la estrategia proteccionista que ha caracterizado al mandato de Trump, quien busca fortalecer la industria nacional y reducir la dependencia de importaciones extranjeras.
Sin embargo, la imposición de estos aranceles podría tener repercusiones significativas en los mercados internacionales y en las relaciones comerciales con otros países, particularmente con China. La comunidad empresarial y los analistas estarán atentos a los efectos que esta política comercial podría tener en la economía global, así como a las posibles respuestas de los socios comerciales de Estados Unidos.