La Cámara de Diputados aprobó, en lo particular, el dictamen que formaliza la incorporación de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), introduciendo además un cambio en el Artículo 21 de la Constitución, eliminando las palabras «de origen» y «marino».
De este modo, el nuevo texto quedará como: «integrada por personal militar con formación policial», en lugar de «de carácter permanente e integrada por personal de origen militar y marino».
El texto modificado establece que la Guardia Nacional será una fuerza de seguridad pública, profesional y permanente, compuesta por personal militar con formación policial, bajo el mando de la Sedena, y encargada de ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública dentro de su ámbito de competencia.
El diputado Gibrán Ramírez Reyes del Movimiento Ciudadano (MC) criticó duramente esta modificación, calificándola como una «reserva del descaro». Explicó que, en la redacción original, se intentaba mantener la simulación de que la GN sería una fuerza con origen militar pero derivaría en una estructura diferente, incluso mixta, con ejemplos como la Guardia Civil española.
«Hoy se quitan esa máscara», señaló Ramírez Reyes, quien argumentó que ahora se deja claro que la GN está bajo el control absoluto de la Sedena: «Este juguete, la Guardia, es mío. No es de la Marina, no es de nadie más, es mío», expresó en referencia al poder de la Sedena sobre la GN.
Finalmente, criticó que la mayoría en la Cámara, que en su momento se formó en oposición al régimen de violencia iniciado durante el sexenio de Felipe Calderón, ahora esté completando ese legado.