Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes más notorios del Cártel de Sinaloa, ha declarado a través de su equipo legal que su reciente captura no fue una entrega voluntaria, sino el resultado de una emboscada. Según Zambada, el operativo ocurrió mientras esperaba reunirse con Rubén Rocha, el gobernador de Sinaloa, y con Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado electo que posteriormente fue asesinado.
Esta declaración añade una nueva capa de complejidad a su caso, ya que Zambada enfrenta múltiples acusaciones graves en Estados Unidos. Los cargos incluyen 10 delitos relacionados con el tráfico de drogas desde México hacia Estados Unidos, así como homicidios y otras operaciones criminales que habría dirigido en su calidad de líder del Cártel de Sinaloa.
Entre los cargos específicos que enfrenta Zambada se encuentran la conspiración para traficar drogas, conspiración para poseer armas de fuego, y conspiración para cometer homicidios en un país extranjero. Además, se le acusa de poseer más de cinco kilogramos de cocaína y más de mil kilogramos de marihuana, cantidades que subrayan la magnitud de sus operaciones dentro del narcotráfico.
La situación de Zambada se vuelve aún más tensa considerando la afirmación de que fue emboscado durante una reunión con figuras políticas de alto perfil, lo que sugiere posibles implicaciones en la política local de Sinaloa. La captura y juicio de «El Mayo» podrían tener consecuencias significativas tanto en México como en Estados Unidos, afectando no solo la lucha contra el narcotráfico, sino también las relaciones bilaterales entre ambos países.
