Gusano barrenador: México y EE.UU. tensan relaciones

Crisis ganadera: el gusano barrenador tensa la relación entre México y Estados Unidos

La reaparición del gusano barrenador del ganado en algunas regiones de México ha desatado una nueva crisis diplomática entre México y Estados Unidos, dos de los principales socios comerciales en América del Norte.
El gobierno de Washington lanzó una advertencia clara: si México no intensifica sus controles sanitarios y erradica el brote antes del 30 de abril, podría imponer restricciones a las exportaciones mexicanas de productos cárnicos y ganaderos.

El gusano barrenador, conocido científicamente como Cochliomyia hominivorax, es una plaga devastadora que afecta principalmente a mamíferos, provocando heridas abiertas que pueden ser mortales para el ganado si no se tratan. Este parásito había sido erradicado del continente gracias a programas binacionales de esterilización de insectos, por lo que su reaparición ha encendido alarmas en ambos países.

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió de manera enérgica, afirmando que México ya ha reforzado los operativos de erradicación, aumentando la vigilancia en los estados fronterizos y trabajando en colaboración con los productores ganaderos.
«Estamos atendiendo la situación con toda seriedad. No permitiremos que un tema técnico sea utilizado con fines políticos o comerciales», declaró Sheinbaum en conferencia de prensa.

Autoridades mexicanas señalaron que el brote se mantiene contenido en zonas específicas de Chiapas, Veracruz y Oaxaca, pero reconocen que el riesgo de expansión es alto si no se actúa rápidamente.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) implementó operativos de inspección en más de 10,000 ranchos, además de iniciar campañas de sensibilización para los ganaderos.

Por su parte, la industria cárnica mexicana, que genera más de 9 mil millones de dólares anuales en exportaciones, se muestra preocupada. La posibilidad de restricciones estadounidenses podría significar pérdidas millonarias y afectaciones a pequeños y medianos productores.

Mientras tanto, sectores empresariales de ambos lados de la frontera piden que se maneje el asunto con diplomacia y se eviten decisiones unilaterales que puedan dañar la integración económica regional.

Analistas internacionales advierten que este tipo de tensiones, si no se resuelven pronto, pueden escalar rápidamente y salpicar otros temas de la agenda bilateral, como el comercio automotriz o la cooperación migratoria.
También señalan que en un contexto electoral en Estados Unidos, donde el control de las fronteras y la seguridad sanitaria son temas sensibles, el brote del gusano barrenador podría ser utilizado políticamente.

Por ahora, el reloj avanza. México tiene apenas días para demostrar avances efectivos en la contención de la plaga. La comunidad ganadera, los exportadores y las autoridades observan con nerviosismo un tema que, aunque biológico, podría tener profundas consecuencias económicas y políticas para ambos países.

¿Será este brote una chispa que reavive las tensiones comerciales? O, ¿será una oportunidad para fortalecer la cooperación sanitaria entre vecinos?
La respuesta podría escribirse en los próximos días.

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