• De exsecretario de Seguridad en Tabasco a prófugo en una residencia de lujo: así terminó detenido Hernán Bermúdez Requena
La madrugada paraguaya fue testigo de un operativo que puso fin a meses de vigilancia silenciosa. En una casa con alberca, dentro de un fraccionamiento exclusivo en Mariano Roque Alonso, fue localizado Hernán Bermúdez Requena, alias “El Abuelo” o “Comandante H”.
El exfuncionario mexicano, que años atrás encabezaba la Secretaría de Seguridad en Tabasco, había encontrado refugio en la periferia de Asunción. Desde marzo se movía con discreción, evitando apariciones públicas y limitando sus contactos. Su nueva vida parecía diseñada para pasar inadvertido: un entorno residencial, comodidades modernas y la aparente calma de un vecino más en la zona.
La irrupción no dejó espacio para la sorpresa. Una docena de agentes armados, apoyados con un ariete, ingresaron a la vivienda en cuestión de segundos. No hubo disparos ni resistencia: Bermúdez sabía que el cerco ya estaba cerrado. Su captura se convirtió en un golpe simbólico, no solo contra un presunto operador criminal, sino contra la impunidad que lo había acompañado durante meses en el extranjero.
Detrás de su caída estuvo la cooperación entre instituciones paraguayas y mexicanas. Agencias antidrogas, policías y ministerios públicos cruzaron información, trazaron rutas y confirmaron movimientos hasta que tuvieron certeza de su escondite. La ficha roja emitida en su contra había puesto su nombre en las pantallas de Interpol y las alarmas internacionales no tardaron en activarse.
Ahora, el caso se traslada a los tribunales. La Fiscalía paraguaya debe procesar la documentación para formalizar la extradición a México, donde Bermúdez enfrenta acusaciones por delincuencia organizada, extorsión y secuestro exprés. La ruta legal no será inmediata: los jueces locales evaluarán el expediente y resolverán conforme a los tratados bilaterales.
La historia de Bermúdez, que pasó de ser responsable de la seguridad pública a prófugo internacional, condensa las paradojas del poder en México. Su arresto en Paraguay no solo lo coloca frente a la justicia, también exhibe cómo las redes criminales han buscado expandirse y ocultarse en otros países de la región.
En el barrio cerrado donde fue capturado, la rutina regresó pocas horas después. Pero el eco del operativo dejó claro que hasta los muros de lujo pueden convertirse en escenario de la caída de un hombre marcado por la doble cara del poder: funcionario de Estado y, según las investigaciones, jefe de una organización criminal.
