El secretario de Gobierno de Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, aseguró que la violencia en el estado ha alcanzado «dimensiones nacionales» e incluso internacionales, al señalar que lo que ocurre en Sinaloa genera constante interés y debate más allá de las fronteras.
En una conferencia de prensa, Castro Meléndrez se refirió al reciente reportaje del New York Times que expone un supuesto laboratorio de fentanilo en la región, calificándolo como “un montaje”. A pesar de este señalamiento, reconoció que la situación de violencia en Sinaloa sigue siendo alarmante y sin una solución clara en el corto plazo. “Quisiera ponerle fecha a la esperanza”, declaró.
La madrugada del jueves estuvo marcada por un enfrentamiento armado entre grupos del crimen organizado en la comunidad de El Camarón, municipio de Escuinapa, donde murieron tres personas. Dos de las víctimas fueron encontradas completamente calcinadas dentro de vehículos incendiados.
Horas más tarde, la violencia continuó cuando un joven fue hallado esposado, envuelto en una cobija y con impactos de bala, a un costado de la carretera Internacional México-15, en el poblado de Agua Salada, sindicatura de Pericos. La misma carretera amaneció bloqueada con un tráiler abandonado y restos de cartuchos de arma larga.
En la capital del estado, Culiacán, un terreno baldío en el fraccionamiento Prados del Sur se convirtió en la escena del hallazgo de un cuerpo con signos de tortura e impactos de bala. Por otro lado, en la colonia Plutarco Elías Calles, un domicilio habilitado como autolavado fue atacado con ráfagas de armas largas, generando pánico en la zona.
El funcionario estatal admitió que el estado enfrenta una crisis de violencia que «no está superada». Con estos hechos recientes, el panorama en Sinaloa refleja una problemática que sigue demandando atención urgente por parte de las autoridades locales y federales.
