
Taibo se erige en juez de la calidad literaria de escritoras
El director del Fondo de Cultura Económica desató una controversia al asumirse árbitro del valor literario; la presidenta Sheinbaum respondió que se impulsará una colección dedicada a autoras
Ciudad de México, 24 de octubre de 2025.—
Paco Ignacio Taibo II volvió a colocarse en el centro de la polémica literaria. Durante la presentación del nuevo plan editorial del Fondo de Cultura Económica (FCE), el escritor y funcionario defendió una selección de títulos bajo un criterio que definió como “estrictamente de calidad”, desestimando la inclusión de obras por razones de género o representatividad. La postura provocó una oleada de críticas, a las que la presidenta Claudia Sheinbaum respondió anunciando que el gobierno federal impulsará una colección especial dedicada a mujeres escritoras para fortalecer la equidad dentro de la política editorial pública.
El proyecto del FCE prevé distribuir millones de ejemplares en catorce países de América Latina, con un catálogo centrado en autores varones del siglo XX. Más allá del debate sobre cuotas o representaciones, lo que encendió la discusión fue la manera en que Taibo se posicionó como juez supremo del valor literario, atribuyéndose la autoridad de decidir qué merece circular en las bibliotecas comunitarias.
Del editor al árbitro
La controversia no se limita a la lista de autores, sino al rol que el director del FCE ha asumido dentro del espacio cultural. Su discurso, cargado de descalificaciones hacia determinadas corrientes y obras, lo ha colocado —para algunos— como un árbitro del gusto literario, capaz de definir el canon oficial desde una institución del Estado.
Mientras unos defienden su énfasis en la calidad como defensa legítima del criterio editorial, otros señalan que ese enfoque reproduce una visión cerrada y jerárquica de la cultura, alejada de la pluralidad que debería caracterizar a un organismo público.
Un fondo público en el centro del debate
El caso vuelve a abrir la discusión sobre el papel del FCE: si debe ser una editorial plural que refleje la diversidad contemporánea o una institución que preserve un canon literario definido por la dirección en turno.
La respuesta presidencial introduce un nuevo equilibrio al debate: la creación de una colección paralela para visibilizar a autoras mexicanas y latinoamericanas, en un intento por atender las críticas sin alterar el eje principal del programa.
Mientras tanto, el mundo literario observa con atención cómo el Fondo, bajo la conducción de Taibo, redefine el concepto de “calidad” y el alcance de la política cultural en México.



