En dos emboscadas registradas en menos de 24 horas, seis policías municipales perdieron la vida en el estado de Guanajuato. Ayer por la mañana, dos elementos de la Policía de Jerécuaro fueron asesinados durante su recorrido habitual, sumándose a los cuatro oficiales ejecutados un día antes en Uriangato.
En el ataque más reciente, los informes preliminares indican que los agresores, a bordo de dos camionetas, interceptaron a los agentes en la carretera estatal, cerca del kilómetro 2, mientras se dirigían hacia Apaseo El Grande. Sin mediar palabra, abrieron fuego contra los uniformados, quienes murieron en el lugar. Paramédicos y compañeros de la corporación acudieron al sitio, pero ya no encontraron signos vitales en las víctimas.
El lunes, en Uriangato, se reportó otra emboscada en la que cuatro policías municipales fueron ejecutados y dos más resultaron gravemente heridos. Según las autoridades, los agresores huyeron hacia Yuriria, lo que desencadenó una persecución que continuó hasta los límites de Jaral del Progreso.
En este operativo, las fuerzas de seguridad aseguraron una camioneta blindada, tres vehículos sin blindaje y armas de fuego de diversos calibres, presuntamente utilizadas por los atacantes. Sin embargo, hasta ahora no se reportan detenciones relacionadas con estos hechos.
La violencia dirigida contra las fuerzas del orden en Guanajuato ha generado preocupación entre la población y las autoridades, especialmente en una entidad que enfrenta altos índices de criminalidad y disputas entre grupos delictivos.
Mientras tanto, las investigaciones continúan para identificar a los responsables de los ataques y esclarecer los hechos que han cobrado la vida de seis policías en un periodo alarmantemente corto.
