Este fin de semana, Guanajuato y Morelos fueron escenarios de dos brutales ataques que dejaron un saldo conjunto de 17 personas fallecidas, resaltando la creciente ola de violencia vinculada al crimen organizado en ambos estados.
En Guanajuato, la madrugada del domingo, sujetos armados abrieron fuego contra varios negocios en la entrada principal de Apaseo el Grande, en una zona conocida como El Trébol de los Apaseos. El ataque dejó ocho personas muertas, entre ellas bomberos que fueron víctimas de este ataque indiscriminado, y dos más resultaron lesionadas. Bomberos Veteranos de Celaya condenaron los hechos y recalcaron que no forman parte de ningún conflicto.
Mientras tanto, en Jiutepec, Morelos, nueve cuerpos fueron hallados en un domicilio identificado como “picadero”, un lugar utilizado para el consumo de drogas. La Fiscalía General del Estado confirmó el saldo mortal, mientras que las primeras investigaciones apuntan a que las víctimas estaban relacionadas con actividades del narcotráfico.
El ataque en Morelos ocurrió la noche del sábado, cuando un grupo armado irrumpió en el lugar y disparó contra las personas presentes. En la escena del crimen se encontraron narcóticos, incluyendo crystal y marihuana, además de pipas, lo que refuerza las sospechas sobre el vínculo con el narcomenudeo.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Morelos informó que la Policía Municipal fue la primera en resguardar el lugar, mientras la Fiscalía inició las investigaciones correspondientes. Cabe mencionar que Jiutepec ha sido recientemente escenario de diversos hechos violentos, como el robo armado en una plaza comercial el pasado 28 de noviembre.
Estos trágicos eventos subrayan la escalada de violencia en varias regiones del país y la urgencia de acciones coordinadas para combatir el crimen organizado y proteger a la población civil.