Sinaloa vivió un jueves marcado por la violencia, con múltiples ataques armados, asesinatos y actos de vandalismo en diferentes municipios, que dejaron un saldo de al menos 13 personas fallecidas y varios heridos.
En Culiacán, cuatro personas fueron ejecutadas y otras cuatro resultaron heridas tras un ataque con armas de alto poder afuera de un “minicasino” en la colonia Ferrocarrilera durante la madrugada. Testigos informaron que sujetos armados abrieron fuego contra un grupo de personas reunidas en el lugar.
Horas después, el comandante de la Policía Estatal, Francisco Verástica, fue encontrado sin vida en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y La Costerita. El mando había sido reportado como desaparecido el martes. En otro punto de la ciudad, en el fraccionamiento Villa Bonita, fue hallado el cadáver de un hombre atado con cinta canela y un mensaje incriminatorio clavado en su pecho.
La violencia se extendió a Mazatlán, donde un joven fue asesinado dentro de su camioneta frente a un hotel en la exclusiva Zona Dorada. Mientras tanto, en Navolato, dos hombres fueron ultimados en hechos separados, aumentando la cifra de víctimas mortales.
Además de los asesinatos, en Culiacán se registró la quema de dos restaurantes de una misma cadena, generando temor y caos en la población. Estos actos reflejan la intensificación de la actividad delictiva en el estado.
Las autoridades aún no han emitido declaraciones oficiales sobre los motivos detrás de la escalada violenta, pero los incidentes han encendido las alarmas sobre la capacidad de los grupos criminales para operar de manera coordinada y simultánea en varios puntos de Sinaloa.
