Cientos de habitantes de Culiacán se concentraron este domingo en la escalinata de La Lomita para marchar en contra de la violencia que azota a Sinaloa. Vestidos de blanco y con pancartas en alto, los asistentes exigieron un alto a la inseguridad y pidieron a las autoridades garantizar la paz en la entidad.
La movilización comenzó alrededor de las 09:00 horas, cuando familias enteras caminaron rumbo a la Catedral de la capital sinaloense. Mensajes como “Pedimos paz”, “En Culiacán los buenos somos más” y “Sinaloa es nuestro hogar” acompañaron el recorrido, que se realizó a dos días de cumplirse un año de enfrentamientos entre grupos delictivos.
Antes de partir, Jonás Guerrero, obispo emérito de Culiacán, dirigió unas palabras en las que instó a las autoridades a no ceder ante la corrupción y a velar por la justicia y seguridad ciudadana. La marcha inició con una bendición y avanzó hacia la avenida Álvaro Obregón, en el centro de la ciudad.
La presencia de niñas y niños marcó el tono de la protesta, con frases escritas en cartulinas como “Niños sin miedo, queremos paz” y “Mi voz es pequeña, pero mi derecho de paz es grande”. Los organizadores subrayaron que se trató de una manifestación totalmente ciudadana, sin intervención de partidos ni intereses políticos.
Personal del Hospital Civil de Culiacán también se unió al contingente, recordando el ataque armado que vivieron recientemente y en el que cuatro personas inocentes perdieron la vida. Médicos y enfermeras marcharon con batas blancas, exigiendo respeto a la vida y justicia para las víctimas de la violencia.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía estatal, entre julio de 2024 y junio de 2025 se registraron al menos 1,632 homicidios en Sinaloa, con junio como el mes más sangriento (207 asesinatos). Frente a este panorama, los organizadores estimaron que más de 30 mil personas participaron en la marcha, dejando claro que Culiacán quiere un futuro sin miedo.