Investigan posible trampa contra líder limonero Bernardo Bravo

La Fiscalía de Michoacán indaga si Bernardo Bravo, dirigente de los citricultores de Apatzingán, fue citado con engaños por un grupo criminal antes de ser asesinado; un presunto implicado, alias “El Plátano”, fue detenido en un operativo conjunto con la Sedena.

Apatzingán, Michoacán, 22 de octubre de 2025.

Autoridades estatales y federales investigan si el asesinato del dirigente limonero Bernardo Bravo Manríquez fue resultado de una trampa tendida por integrantes de un grupo criminal que lo citó con engaños en la comunidad de Cenobio Moreno, donde fue ejecutado.

La Fiscalía de Michoacán confirmó la detención de un presunto implicado, identificado como Rigoberto N, alias “El Plátano”, durante un operativo conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional.

De acuerdo con el fiscal Carlos Torres Piña, el presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán viajó el domingo desde Morelia para reunirse con productores, pero cambió de vehículo y se separó de sus escoltas antes de dirigirse a Cenobio Moreno.

Horas después, fue hallado sin vida dentro de su camioneta Toyota Tacoma gris, con signos de tortura y un impacto de bala en la cabeza.

“Todo indica que lo citaron con engaños. Los análisis periciales y telefónicos sugieren que alguien lo contactó y lo llevó hasta la zona donde fue asesinado”, señaló el fiscal. El teléfono del detenido fue asegurado y es analizado para establecer si mantuvo comunicación con la víctima.

Confusión de alias y redes criminales

La Fiscalía aclaró que el detenido, “El Plátano”, es hermano de otro líder delictivo apodado “El Pantano”, señalado por extorsionar a productores en el Valle de Apatzingán. Durante el operativo, se aseguraron drogas, dinero en efectivo y un teléfono celular que forma parte de las investigaciones.

El fiscal explicó que los registros de videovigilancia y arcos carreteros muestran que Bravo viajó acompañado hasta Apatzingán, donde cambió de vehículo y dejó a su custodia. Las autoridades rastrean sus últimos contactos y ubicaciones para determinar quién lo citó en la zona controlada por células del Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Blancos de Troya.

Indignación nacional y exigencia de justicia

La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el crimen como “una pérdida dolorosa para el sector productivo del país” y afirmó que el Gabinete de Seguridad federal colabora con la Fiscalía de Michoacán y el gobierno estatal para detener a todos los responsables.

“Debe haber justicia. No puede quedar impune el asesinato de un dirigente que trabajaba por su comunidad”, declaró en su conferencia matutina.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla expresó que el caso “duele e indigna”, al tratarse de un dirigente que buscaba fortalecer la producción citrícola sin nexos con actividades ilícitas.

“La Fiscalía tiene trazabilidad completa de sus movimientos. Daremos con los responsables”, aseguró.

En la Cámara de Diputados, legisladores guardaron un minuto de silencio por Bravo, mientras el diputado José Manuel Hinojosa Pérez advirtió que “los productores michoacanos enfrentan dos enemigos: el crimen organizado y la indiferencia del Gobierno federal”.

El luto en el valle del limón

La comunidad limonera de Apatzingán permanece bajo resguardo militar. Productores exigen reforzar la seguridad y terminar con el cobro de cuotas que desde hace años asfixia al sector.

“El asesinato de Bernardo Bravo no puede ser un número más en las estadísticas”, expresó un dirigente local. “Era un hombre que solo pedía paz para trabajar”.