
Más de 250 mil niños, en riesgo de ser reclutados por el crimen organizado
La Red por los Derechos de la Infancia en México y Reinserta advierten que la pobreza, el abandono familiar y la violencia exponen a miles de menores a ser cooptados por grupos delictivos.
Ciudad de México, 1 de noviembre de 2025.
En México, más de 250 mil niñas, niños y adolescentes se encuentran en riesgo de ser reclutados por grupos del crimen organizado, alertaron la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y la organización Reinserta. Ambas coincidieron en que la pobreza, el abandono familiar y el vivir en comunidades controladas por la delincuencia son los principales factores que los vuelven vulnerables ante las redes criminales.
Rolando, un joven que fue parte del crimen organizado desde su infancia, relató que más que un adiestramiento físico, los grupos delictivos realizan un trabajo psicológico para eliminar la empatía y los remordimientos. “¿Cómo va a ser posible que estemos recibiendo más apoyo de un delincuente que de una persona de nuestra propia familia?”, cuestionó durante la presentación del libro Cómo no ser un niño sicario.
El joven señaló que la atención familiar es clave para evitar que los menores sean atraídos por el mundo criminal. “Yo le decía a mi papá: no quiero que me des lujos, solo que salgas conmigo, que vean que tengo papá. Esa fue la principal causa por la que me alejé de casa”, expresó. Según su testimonio, muchos niños son captados porque los criminales se presentan como figuras de apoyo, promesas de respeto y oportunidades.
La Redim destacó que Michoacán es uno de los estados con mayor riesgo y vulnerabilidad, mientras que Reinserta urgió a las autoridades a tipificar el reclutamiento infantil como delito. Ambos organismos insisten en que las estrategias de prevención deben centrarse en la atención comunitaria y la recuperación del tejido social.
El tema volvió al centro del debate tras los recientes asesinatos del abogado David Cohen y del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en los que los agresores fueron jóvenes menores de 18 años. Casos como el de Derek Jair “N”, de 14 años, detenido en Tabasco con una subametralladora, o el de un adolescente de 16 años involucrado en dos homicidios en Morelos, confirman la participación activa de menores en delitos graves.
Estos hechos evocan el caso de “El Ponchis”, Edgar “N”, quien en 2011, con apenas 11 años, fue detenido tras confesar que había decapitado a cuatro personas bajo los efectos de las drogas. Hoy, el reclutamiento de menores continúa como una práctica extendida de los grupos criminales, donde muchos de ellos son conscientes de que su destino, como el de Víctor Manuel “N”, asesino del alcalde Manzo, es la muerte.



