
Jamaica, bajo el agua y a oscuras
Huracán Melissa parte en dos a Jamaica: 530 000 sin electricidad y miles atrapados por inundaciones
El ciclón categoría 5 azotó la isla con vientos de 295 km/h, dejando comunidades bajo el agua y una crisis humanitaria en expansión.
Kingston, Jamaica – El huracán Melissa golpeó Jamaica con una violencia sin precedentes, dejando a su paso destrucción, apagones masivos y comunidades enteras aisladas bajo el agua. Con vientos sostenidos de 295 km/h, el ciclón de categoría 5 tocó tierra en la parroquia de Westmoreland al mediodía del martes, convirtiéndose en el huracán más potente de la historia moderna de la isla, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).



El impacto directo provocó la caída de miles de árboles y postes eléctricos, el colapso de viviendas y la interrupción de los servicios de comunicación. La Jamaica Public Service Company (JPS) confirmó que más de 530 000 personas, equivalentes al 77 % de sus clientes, permanecen sin electricidad.
Miles de desplazados y comunidades atrapadas
De acuerdo con el Jamaica Observer, cerca de 15 000 personas se encuentran refugiadas en albergues oficiales. El ministro de Gobierno Local, Desmond McKenzie, advirtió que ningún refugio será cerrado sin autorización de su dependencia o de la Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (ODPEM).
“Puedo decirles que la parroquia de St. Elizabeth está bajo el agua… el daño es extenso según lo que hemos visto”, declaró McKenzie al Observer.
El funcionario informó que varias familias permanecen atrapadas en sus viviendas en Black River, la capital de la parroquia, mientras los equipos de rescate intentan llegar entre carreteras bloqueadas y postes caídos. También mencionó que se establecieron refugios improvisados en zonas rurales donde los pobladores no alcanzaron a evacuar.
Infraestructura colapsada y hospitales dañados
La fuerza del huracán provocó daños severos en infraestructura crítica, incluida la red vial y hospitalaria. En Westmoreland, el Hospital General de Savanna-la-Mar perdió parte de su techo durante el paso del ciclón, obligando a evacuar pacientes.
Según el Jamaica Gleaner y NewsTalk 93FM, los accesos a Kingston, Mandeville y Montego Bay están parcialmente bloqueados por escombros, mientras cuadrillas de la Agencia Nacional de Obras Públicas trabajan contrarreloj para restablecer las rutas principales.
Víctimas y daños
Hasta el momento, las autoridades reportan al menos tres personas fallecidas y decenas de heridos. Los equipos de emergencia continúan recorriendo las zonas más afectadas, especialmente en Clarendon, Manchester y St. Catherine, donde las lluvias superaron los 400 mm en 24 horas.
El gobierno jamaicano solicitó 33 millones de dólares en fondos de emergencia internacionales para atender los daños inmediatos y comenzar las labores de reconstrucción.
“Estamos ante un desastre nacional. Las próximas 72 horas serán críticas para salvar vidas y restaurar servicios básicos”, declaró el primer ministro Andrew Holness en cadena nacional, al anunciar la declaratoria de emergencia nacional y el despliegue de las Fuerzas de Defensa de Jamaica (JDF).
Destrucción y silencio
En localidades como Santa Cruz, Treasure Beach y Black River, la escena es de desolación: calles anegadas, vehículos cubiertos de lodo y techos arrancados. En algunas zonas, los vecinos se comunican con linternas desde los tejados esperando ser rescatados.
La ODPEM pidió a la población no regresar a sus viviendas hasta nuevo aviso, ante el riesgo de deslizamientos y marejadas. El gobierno confirmó que el número de personas incomunicadas aún no puede estimarse.
El huracán más fuerte de su historia
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) informó que Melissa alcanzó una presión mínima de 892 milibares al tocar tierra, un nivel comparable con los grandes huracanes del Atlántico.
La OMM señaló que ningún sistema tropical había impactado Jamaica con esa magnitud desde que existen registros instrumentales.
El fenómeno también refleja el efecto del calentamiento del mar Caribe, que alcanzó temperaturas superiores a 30 °C y facilitó la rápida intensificación del ciclón.
“Ninguna infraestructura en la isla está preparada para soportar un huracán de categoría 5”, advirtió un análisis del Jamaica Gleaner, que calificó el evento como “una advertencia climática para toda la región”.
Emergencia prolongada
Aunque el ojo del huracán ya se desplazó hacia el este de Cuba, las lluvias continúan sobre Jamaica y podrían causar nuevas inundaciones y deslaves.
El gobierno mantiene activa la alerta máxima y trabaja con el apoyo de la Cruz Roja y agencias de Naciones Unidas para distribuir víveres, agua potable y material médico en las zonas más afectadas.



