Así es cómo luce el ‘cometa diablo’ antes de su asombrosa aparición en el cielo nocturno este mes.

A finales de marzo y durante el eclipse solar total del próximo 8 de abril, se anticipa la presencia del conocido «cometa diablo» en el firmamento nocturno de la región de América del Norte. Se trata de un cuerpo celeste que se estima posee dimensiones similares a las de Manhattan y que será visible a simple vista.

El astrofotógrafo Jan Erik Vallestad fue quien logró capturar imágenes del cometa diablo en su aproximación a la Tierra. En estas fotografías, se aprecia la increíble esfera de hielo gigante que alberga un remolino en espiral de gases rojos, verdes y azules en torno a su núcleo helado.

Las fotografías revelan los remolinos generados por el cometa, los cuales son causados por la expulsión de corrientes de criomagma mientras el cometa gira en una rotación completa. Este fenómeno da lugar a los remolinos observados en las imágenes.

El apelativo «cometa diablo» fue otorgado el año pasado, después de que una serie de fotografías mostraran una forma de herradura en su cresta, que asemejaba cuernos. Sin embargo, las imágenes captadas por Vallestad en Noruega ofrecen un detalle excepcional del cuerpo celeste a medida que se acerca al Sol.

El astrofotógrafo, al compartir las imágenes en sus redes sociales, explicó que se enfocó en el núcleo del cometa para lograr el asombroso nivel de detalle visible en las fotografías.

Conocido científicamente como 12P/Pons-Brooks, el cometa tiene un ancho de 16 kilómetros y experimenta periódicas «llamaradas» de tipo volcánico que aumentan su brillo hasta 100 veces más de lo habitual a medida que se aproxima al sol.

La radiación solar provoca que surjan fisuras en el núcleo del cometa, compuesto por roca, polvo y gas congelado, lo que ocasiona la emisión de agua, amoníaco y metano, conocido como criomagma, desde su núcleo hacia el espacio.

El cometa diablo fue descubierto por el astrónomo francés Jean-Louis Pons en 1812 y redescubierto en 1883 por William Brooks. Sin embargo, hay evidencia de que ya fue avistado en el año 1385.

La última vez que se observó a través de un telescopio fue hace 71 años, cuando se aproximó al sol. Este año se espera que sea visible en el hemisferio norte hasta principios de mayo, cuando comenzará a desvanecerse, aunque seguirá siendo visible en el hemisferio sur hasta junio.