A la 1:17 AM, de este 8 de enero, México hizo historia al despegar el cohete Vulcan Centaur con la nave espacial Peregrine que llevará a #COLMENA a la Luna. Este proyecto fue diseñado, desarrollado y probado en el Laboratorio de Instrumentación Espacial del nuestro Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, convirtiéndo a nuestra máxica casa de estudios en pionera en el desarrollo de micro-robótica espacial, la cual es un área tecnológica que tendrá gran auge en los próximos años, cuando se impulse la minería espacial.
Hace unas semanas, el doctor Gustavo Medina Tanco, investigador del ICN, y su equipo realizaron los últimos ajustes del software de COLMENA antes de que la nave espacial Peregrine (de la empresa estadounidense Astrobotic), comenzara el proceso de carga de combustible previamente a ser incorporada al cohete Vulcan Centaur, de la United Launch Alliance (ULA).
En este proyecto, que tiene como objetivo estudiar el suelo de la Luna y probar diferentes conceptos y estrategias para micro-robótica espacial, participaron alrededor de 250 alumnos de licenciatura, maestría y doctorado de diversas disciplinas como ingeniería, astronomía, matemáticas, actuaría, química, geofísica, geología, psicología y diseño industrial.
El equipo de estudiantes estuvo comandado por el investigador Gustavo Medina Tanco, quien tuvo la visión de imitar a la naturaleza especialmente a los insectos, seres que individualmente no son inteligentes, versátiles o poderosos, no obstante, su fortaleza está en el número de individuos y en el trabajo de forma colectiva: “Cuando tienes seres relativamente simples que trabajan en forma colectiva, y que de manera grupal tiene capacidades que uno sólo no tiene, se obtienen grandes resultados. Hay que recordar que las grandes transformaciones que han sucedido a lo largo de la historia han sido realizadas por ese tipo de entidades que trabajan de manera colectiva”.
Con esta filosofía, el especialista en tecnología espacial diseñó y desarrolló cinco pequeños robots de tan sólo diez centímetros de diámetro y cuatro de altura con un peso cada uno de tan sólo 57 gramos. Para hacer este tipo de mini robots se realizó mucha innovación, principalmente en procedimientos y estrategias de construcción, en diseño y en resolución de problemas, indicó Medina Tanco.