El ejército israelí mantiene la presión sobre Líbano, intensificando su ofensiva contra terroristas de Hezbolá, que persisten en sus ataques contra la población judía en el norte del país y en vulnerar bases israelíes en Gaza y Siria.
Desde las primeras horas de ayer, coincidiendo con el aniversario de la masacre perpetrada por Hamás, las tropas de Benjamin Netanyahu emitieron nuevas advertencias para evacuar edificios en suburbios de Beirut, con el fin de desmantelar la infraestructura enemiga. Israel reafirmó que no cambiará su estrategia mientras continúen las amenazas, luego del lanzamiento masivo de 180 cohetes en su contra, según el diario Times of Israel, en zonas como el puerto de Haifa.
Además, se llevaron a cabo operativos “selectivos” tanto terrestres como aéreos contra Hezbolá. Sin embargo, la milicia chiita amenazó con intensificar los ataques a Israel y provocar más desplazamientos forzados si las acciones contra la población libanesa continúan, aunque también se reportó que han recurrido a Qatar para mediar un alto al fuego.
A pesar de las amenazas, el primer ministro israelí afirmó que mantendrán el curso actual. Incluso presumió que el ejército ha debilitado significativamente a los rebeldes, eliminando a dos presuntos sucesores de Hassan Nasrallah, líderes financiados por Irán.
No obstante, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desmintieron estas afirmaciones. El portavoz, Daniel Hagari, aclaró que no hay confirmación de la muerte de Hashim Safi al-Din tras el bombardeo a la sede de inteligencia enemiga y la destrucción de un túnel de 20 metros de largo, mientras que Hezbolá no ha hecho comentarios al respecto.
Por su parte, Israel subrayó que, a pesar de las advertencias sobre el riesgo de una escalada, no atacará las instalaciones nucleares de Irán, como ha solicitado Estados Unidos, pero seguirá vulnerando bases militares de este país y otros frentes. Ayer mismo, lanzaron ataques contra posiciones estratégicas de Hamás en la Franja de Gaza y un edificio en Damasco, supuestamente utilizado como refugio por terroristas y altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní.
