Mujer de 22 años fallece tras cirugía de nariz en clínica recomendada en TikTok; investigan presunta negligencia

La joven Agata Margaret Spada, de 22 años, falleció luego de someterse a una cirugía de rinoplastia en un centro médico de Roma. Originaria de Lentini, en la provincia de Siracusa, Spada decidió viajar a la capital italiana junto a su novio, atraída por la promesa de un procedimiento “mínimamente invasivo” promocionado en TikTok. El trágico desenlace ha reavivado el debate sobre los riesgos de las cirugías estéticas y la influencia de las redes sociales en la elección de servicios médicos.

La operación estaba programada para el 4 de noviembre en la clínica del doctor Marco Antonio Procopio, a quien Agata conoció a través de las redes sociales, donde el cirujano prometía procedimientos sin cicatrices y con resultados casi perfectos. Sin embargo, lo que debía ser una intervención de rutina terminó en tragedia. Su novio relató que Spada comenzó a sentirse mal tras recibir anestesia local, siendo trasladada al hospital Sant’Eugenio, donde falleció tres días después tras caer en coma.

Las investigaciones, lideradas por el NAS (Nucleo Antisofisticazione e Sanità) de la policía italiana, revelaron numerosas irregularidades en el centro médico. No se hallaron documentos esenciales para la operación de Spada, como la cartilla clínica o el consentimiento informado. Además, la clínica, que ni siquiera contaba con una placa de identificación, fue clausurada como parte de las indagaciones, y tanto Procopio como otro médico están siendo investigados por presunto homicidio culposo.

Los fiscales buscan determinar no solo la causa de muerte de Agata, sino también si las instalaciones cumplían con los requisitos para realizar procedimientos quirúrgicos. Una colaboradora del consultorio afirmó en el programa “Storie Italiane” de Rai 1 que Procopio “no tenía ninguna relación” con el caso, alegando que la joven podría haber tenido patologías previas que afectaron su reacción a la anestesia y que el procedimiento nunca inició formalmente.

Este caso pone en la mira el poder de la influencia digital y resalta los peligros de confiar en promesas sin regulación adecuada en redes sociales, que pueden llevar a decisiones médicas de alto riesgo.